Desde De Raíz queremos expresar nuestro apoyo a la compañía «Títeres Desde Abajo» , dos de cuyos miembros están en prisión preventiva sin fianza en estos momentos acusados de enaltecimiento al terrorismo.
Rechazamos absolutamente la campaña mediática de criminalización que se está arrojando sobre ellos desde casi todos los medios de información utilizando titulares sensacionalistas que sólo proporcionan una visión sesgada de la realidad.
Denunciamos el trabajo de desinformación que se está haciendo desde estos medios que no paran de hablar de un grupo de titiriteros que muestran una pancarta sobre eta, descontextualizando así el hecho y dando lugar a malinterpretaciones, cuando en realidad la gente que ha visto el espectáculo ha comprobado que la acción en cuestión es que un títere golpea a otro hasta dejarlo inconsciente y le coloca un cartel (tamaño títere) para hacerle una foto y poder acusarlo de terrorista y justificar así su paliza.
En este sentido y para que sirva como aclaración rescatamos un fragmento del comunicado que ha publicado CNT sobre este tema:
» La obra está protagonizada por una bruja, que representa a las personas de mala fama pública, y que se ve en la situación de enfrentarse a los cuatro poderes que rige la sociedad, esto es: la Propiedad, la Religión, la Fuerza del Estado y la Ley. La protagonista está en su casa, y, en primer lugar, su vida es interrumpida por la aparición del “Propietario”, que resulta ser el legítimo poseedor legal de la casa donde vive. No existen monjas violadas; bajo la forma de los muñecos, los adultos podemos comprobar que el propietario decide aprovecharse de la situación para violar a la bruja; en el forjeceo, la bruja mata al propietario. Pero queda embarazada, y nace un niño. Es entonces cuando aparece la segunda figura: una monja, que encarna la Religión. La monja quiere llevarse al niño, pero encuentra resistencia en la bruja, y en el enfrentamiento, la monja muere. Es entonces cuando aparece el Policía, que representa la Fuerza del Estado, y golpea a la bruja hasta dejarla inconsciente, y tras ello, construye un montaje policial para acusarla ante la Ley, colocando una pancarta de “Gora Alka-ETA” sobre su cuerpo, que intenta mantener en pie para realizar la foto, como prueba. A partir de este montaje policial, surge la cuarta figura, que es la del Juez, que acusa, y condena a muerte, a la protagonista, sacando una horca. La bruja se las arregla para engañar al juez, que mete la cabeza en su propia soga, y la aprovecha para ahorcarle, para salvar su propia vida. El relato continúa algo más, pero esta es la esencia de lo que transcurre, y donde se encuentra toda la polémica.»
Como espacio de comunicación desde De Raíz nos parece inaceptable que se encarcele a dos personas por expresar, en el marco de un espectáculo de ficción y desde el lenguaje de la sátira, una crítica hacia el abuso del discurso antiterrorista y la manipulación de las leyes antiterroristas por parte del estado y los poderes fácticos con la intención de reprimir cualquier opinión disidente y para utilizarlos como arma arrojadiza contra cualquiera que no piense como ellxs.
#libertadtitiriteros ya!!